PARECER Y SER, CAMINO A LA SANTIDAD
¿Qué es canonizar?
Es un acto por el cual la Iglesia, en la luz de la fe, ve a Dios, obrando en su medio.
Un beato, o un santo alcanza el “honor de los altares”, es decir se puede colocar su imagen o su nombre en un altar e invocar su intercesión durante La Misa, en el momento de la oración de la asamblea o en la oración de la postcomunión.
La canonización es un medio privilegiado para que la Iglesia conozca y reconozca el carisma de nuestro Fundador.
Para este reconocimiento la Iglesia establece tres condiciones:
Ø La fama de santidad: Este aspecto, en nuestro Padre Fundador, esté extendido de manera notable.
Se cuenta con 1.800.000 Oraciones escuchadas de 81 países, de los cinco continentes.
Son una manifestación de la riqueza de su acción paternal, profética y educadora.
Ø El proceso canónico sobre vida y virtudes: Se desarrolla primero en la diócesis y después en Roma. El proceso de nuestro Padre Fundador se encuentra aún en la etapa diocesana en Treveris.
A comienzos de este año asumió su tarea un nuevo delegado episcopal. Los escritos editados del Padre ya han sido examinados. La recolección y evaluación de los no editados, no ha finalizado todavía.
Ø La confirmación divina a través de milagros: Uno para la beatificación y otro para la canonización.El reconocimiento de un hecho milagroso, por lo general, una curación física, es objeto de un cuidadoso proceso.
En la actualidad se siguen algunos casos enviados como testimonio entre las oraciones escuchadas, para verificar si podrían ser objeto de un proceso de milagro.
¿Cómo podemos brindar nuestro aporte para el proceso de nuestro Padre y Fundador?
Por medio de la oración y los aportes al Capital de Gracias.
“la historia de la Familia es una gran muestra de la sabia y amorosa conducción de Dios. También es muestra de la acción de los poderes antidivinos, y debemos estar vigilantes para impedir su acción”.
(*) Hacer nuestras la palabras que nos dirigió Juan Pablo II “canonícenlo ustedes” por nuestro ejemplo de vida, por nuestro testimonio de unidad familiar, por nuestro compromiso apostólico. Todo esto tiene su influencia en la marcha del proceso canónico. Anunciando el carisma del Padre en todos los ámbitos de la Iglesia y de la sociedad. Para poder emprender esta misión debemos prepararnos, capacitarnos, para hacerlo de manera convincente.
“Deseamos que en nuestros ambientes de vida, en los diferentes pueblos y culturas se pueda reconocer en el Padre Kentenich a un Padre capaz de regalar amor y cobijamiento y a un profeta capaz de regalar orientación y empuje evangelizador.
Porque se inspiran en su testimonio de vida, recurren a su intercesión, se orientan por sus ideas, por su mensaje.
Estoy firmemente convencido que la canonización de nuestro Padre es un bien de la Familia Internacional y será fruto de oración, el testimonio y el anuncio de toda la Familia”.
(*)¿El Padre Kentenich, fue un santo? Lo sabremos cuando la Iglesia lo canonice.
Podemos creerlo a nivel personal. Muchos que han tenido alguna vivencia del Padre Kentenich están convencidos de que es un santo.
Lo tomamos como nuestro padre espiritual y nos dejamos conducir por él hacia el 2000.
Y cuando la Iglesia descubra que la Obra del Padre Kentenich en nosotros y en otra personas es convincente, lo proclamará beato y santo y con ello declarará oficialmente que por medio del Fundador de Schoenstatt Dios ha actuado en la Iglesia universal.
Sería bueno que comuniquemos al “Secretariado P. José Kentenich” los casos en que nuestras peticiones hayan sido escuchadas.
Eso es manifestar nuestra gratitud hacia el Padre y un servicio a la Iglesia.